Este verano de 2017 fui de voluntaria a Bolivia gracias a una beca de cooperación internacional de la Universidad de Málaga y me gustaría compartir algunas de mis experiencias en los dos meses que estuve allí.
Mi vuelo era directo Madrid-Santa Cruz de la Sierra, 11 horas de viaje y me costó unos 1.400 euros.
SANTA CRUZ DE LA SIERRA
Mi primer contacto con este país fue el 5 de julio en esta ciudad que con tanto cariño recuerdo. Una de sus particularidades es que esta organizada mediante anillos concéntricos y yo vivía y trabajaba en el tercer anillo. Por el camino casa-trabajo vi estas dos pintadas:
Solía ir a una plaza llamada 24 de septiembre que me gustaba mucho porque tenía locales para comer alrededor, muchos banquitos para sentarse, cespecito y una iglesia muy bonita. Esta plaza solía estar abarrotada todos los días y se hacía un sitio fantástico para echar un ratito.
Al lado de esta plaza se encuentra la llamada «Manzana 1» que ES GENIAL, hay muchos puestecitos para comprar recuerdos y regalitos y todas las semanas hacen un espectáculo distinto. Cuando yo fui hubo bailes de capoeira.
Estos son dos dibujos que vi en los muros de la manzana 1 y habia muchos más!
LA COMIDA
Otro sitio de obligada visita son los mercados, es el sitio idóneo para conocer la comida típica de la zona y además se come super barato, un plato te puede costar alrededor de unos 11 bolivianos que viene a ser 1,4 euros mas o menos. La relación es 7´7 bolivianos = 1 euro.
El plato de la izquierda es un majadito, lleva arroz con carne, plátano, yuca hervida y huevo. ¡¡¡Está delicioso!!! El de la derecha es una sopa de maní (cacahuete) y lo que tiene por encima es patata paja. ¡¡¡Otra delicia!!!
A mí lo que más me gusta en esta vida es comer, siempre intento hacerle fotos a los platos pero cuando me acuerdo ya estoy engullendo..así que no tengo muchas más fotos jiji pero alguna hay
Este plato lo comí en un bar de carretera cuando fui al jardín botánico (más adelante os contaré). Es arroz con ensalada y un filete, creo que se llamaba milanesa. El tarrito que se ve es una salsa hecha con ají, me hice super adicta y lo pedía siempre para comer, es super picante y me encanta.
Hablando de comida, me recomendaron en España no comer verduras sin haberlas lavado antes con una gotita de lejía, y que no comiera en ningún puesto ambulante…Cosa que no hice ni caso porque me negaba ir a un país y no conocer su gastronomía. Comí absolutamente de todo. Si es verdad que en mi primera semana fui a un local de los que rodean la plaza 24 de septiembre que comentaba y pedí un taco de carne molida y una limonada por 8 bolivianos (1 euro). El taco me encantó porque estaba sabrosísimo y bien relleno pero la limonada fue la peor que probé en toda mi estancia allí, de hecho ni me la tomé. Bueno pues al día siguiente tuve una descomposición horrible (no me arrepiento y me comería otro taco igual).
Supongo que esa fue mi primera toma de contacto y a partir de ese momento mi flora bacteriana se haría más potente porque no he tenido más problemas que algún dolorcito tonto o alguna diarreita pasajera.
Con respecto al agua, me aconsejaron no tomar agua del grifo ni ninguna bebida que pudiese estar hecha con agua de grifo ni que contenga hielo…cosa a la que tampoco hice ni caso porque de ese modo no podría haber probado ningún juguito ni limonada ¡¡Y eso no tiene sentido!! Además, el agua mineral allí es más cara que aquí, estaba a unos 12 bolivianos creo recordar (1,6 euros)
A propósito de la siguiente foto, no te puedes ir de Bolivia sin probar los jugos que acabo de mencionar…Tomé jugo de durazno (melocotón), frutilla (fresa), maracuyá y ¡Mucha limonada! Es súper típico tomar limonada en Bolivia.
Esto es en un local algo más pijito al que fuimos a merendar. Pedí un zumo de maracuyá con una torta de maíz ultra seca que no me gustó nada.
Entoooooonces nos pedimos unos trocitos de tarta :3. ¡¡Estaban increíbles!!
ANIMALITOS DEL CENTRO
Donde trabajé cada día había gente maravillosa y unos animalitos preciosos que estaban en su mayoría «de paso» para más tarde llevarlos a otro centro.
Fotitos de algunos de ellos:
Puma
Tamandua Tetradactyla (Carlitos para los amigos)
Jaguar:
Ara Ararauna
Pionus Menstruus
Ara Severa
Amazona Aestiva
Tarechi
Paroaria Coronata:
¡ALTO! ¡INTERPOL!
Venía de dar un paseo por la plaza 24 de septiembre y casi llegando a mi casa con dos voluntarias más, españolas, vemos como se para un coche grande y blanco totalmente normal y de paisano (sin identificación) del que salen varios hombres uniformados diciéndonos «¡Alto, Interpol!» Nos quedamos blancas. Uno de los hombres nos dice que qué hacemos, a dónde vamos, que le enseñáramos el pasaporte…le contamos que eramos voluntarias universitarias y que llevábamos el DNI ya que si perdíamos o nos robaban la cartera no perderíamos el pasaporte y podríamos salir del país. No le servía el DNI así que nos acompañó hasta casa para que le enseñáramos el pasaporte, ya que yo le dije que estaba cerca. El camino se me hizo eterno y estaba asustadísima (al policía también se le hizo largo porque me regañó por yo haberle dicho que estaba cerca…Aunque así hizo un poquito de cardio…Jeje). Yo, encabezando el camino e intentando que no me vieran, saqué el móvil y avisé a nuestro coordinador de lo que estaba pasando por si nos ocurría algo, pero gracias a dios no nos ocurrió nada, cuando llegamos se esperaron fuera de la casa, le sacamos los pasaportes (yo temblando aún) y nos dijeron que no saliésemos a esas horas (creo recordar que eran las 7-8 de la tarde).
LOS AUTOBUSES
Los autobuses allí tienen esta pinta (foto abajo), son muy chulos y baratos, 3 bolivianos por viaje (unos 40 céntimos) y se paran donde tu le digas que pare, ya que no hay paradas establecidas y eso me parece fantástico.
Los conductores decoran los autobuses a su gusto y una cosa muy curiosa es que llenaban los cristales de pegatinas y otros adornos que casi no permitía ver la carretera. También ponían muchas frases como…»Jesucristo me guía», «Papito solterito» y cosas por el estilo bastante graciosas.
JARDÍN BOTÁNICO
Por 10 bolivianos (1,3 euros) tienes la entrada al jardín botánico, no es el típico jardín botánico como los que he visitado anteriormente, ya que es puro campo (hay que ir bien equipada con repelente de mosquitos).
Allí vi un montón de animales, desde coloridas mariposas ¡¡Hasta monos!!
SAMAIPATA
Mi último día de descanso, en Santa Cruz, viajé a un pueblecito llamado Samaipata, tardamos unas 4 horas o así en un «trufi», que es un coche con un «puñao» de asientos. Fui con tres chicas más y nos costo unos…200 bolivianos, 50 bolivianos cada una que son unos 6 euros y medio. Lo malo que tienen estos transportes es que, hasta que no vayan las suficientes personas como para que al conductor le salga rentable el viaje, hay que esperar y la movilidad no sale. Además, no son oficiales como un autobús y a mi particularmente me dan desconfianza e intento no dormir en todo el viaje porque nunca sabes que puede pasar. No hubo ningún problema, a parte de que el camino era de tierra y respiramos mucho polvo pero eso es algo a lo que nos acostumbramos, ya que era lo más normal en cada viaje.
Llegamos sobre las 10:30 de la noche y buscamos un hostal, el primero que vimos estaba lleno y el segundo tenía hueco así que ahí nos quedamos y estuvimos super agusto, pagamos por una habitación compartida con 7 camas en total, pero estuvimos las 4 solas. El hostal tenía toque de queda a las 12, así que fuimos rápido a aprovechar la horita que teníamos para buscar algún sitio para tomar algo. Estaba todo vacío, no había ni un gato, hasta llegar a una placita donde vimos en una esquina un barecito abierto y entramos. Subimos a la planta de arriba que tenía una azotea preciosa donde hacía frío pero ¡¡estaba genial!!
Dormimos estupendisimamente y en el hostal nos ofrecieron de desayuno té, café, huevo, pan, dulce de leche, mantequilla y mermelada.
Estas son dos fotitos del hostal:
Desayunamos, cogimos las cosas y fuimos a ver el pueblo…¡Me enamoré perdidamente! esta rodeado de montañas y tiene un encanto que no sabría explicar con palabras, una preciosidad.
Después de ver el pueblecito buscamos una movilidad para ver las cascadas y las ruinas y conseguimos a un hombre que nos llevaba primero a las cascadas, nos esperaba, y seguidamente a las ruinas, y nos bajaba en el mismo día por unos 200 bolivianos también.
Estas son algunas fotitos de Samaipata:
En Samaipata hay unas cascadas y unas ruinas muy famosas, estos sitios son de obligada visita. Las cuevas consisten en un recorrido campestre en el que conforme avanzas te encuentras los cartelitos indicándote por donde están las cascadas que, son un total de 3 de menor a mayor tamaño.
Otra recomendación que me dieron antes de ir a Bolivia fue que no me bañara en aguas dulces. Este consejo lo medio cumplí 🙂 sólo me mojé los piececitos y me mojé un pelín con el agüita de la cascada.
De las ruinas no tengo fotos porque no pude hacer el recorrido entero y el que hice tuvo que ser muy rápido. Me escribió el coordinador de la ONG en la que estaba haciendo el voluntariado diciéndome que me tenía que ir esa misma noche a Trinidad a un pueblecito llamado Sachojere, donde se encuentra el Centro de la Paraba Barba Azul.
TRINIDAD
Cuando llegué esa mismo día de bulla a Santa Cruz hice mi maleta y cogí un autobús hacia Trinidad acompañada de un miembro de la ONG. Son 8 horas de viaje pero el autobús se averió y al final fueron muchas más horas de viaje, creo recordar que salía a las 10 de la noche y llegamos sobre las 9 o 10 de la mañana.
LLegamos a Trinidad y hacía muchísima más calor que en Santa Cruz, estaba rebentadísima y encima ese calorazo no ayudaba nada.
Allí el medio de transporte por excelencia es la moto, y los taxis son motos. Así que para ir a la oficina de la ONG fuimos, yo y mi maletón, en motocicleta.
Para ir al Centro de la Paraba Barba Azul, que está en SACHOJERE, esperé más de una hora a que el coche se llenara de pasajeros para iniciar la marcha. En 20 minutos aproximadamente estábamos en el Centro y, aunque intenté evitarlo, dormí casi todo el viaje.
Allí, básicamente me dediqué al cuidado del ave «Ara Glaucogularis», en peligro crítico de extinción, comúnmente llamada Paraba Barba Azul. Había 6 adultas por un lado y un pichón por otro.
Teníamos que buscar frutos para alimentar a las aves (bibosi, coquino, totaí y motacú), ramas y hojas de los mismos árboles, las ramas para hacer enriquecimiento (juguetitos) y colocarlas junto con las hojas en las jaulas.
En la «finca» en la que estaba habían estanques de peces y en una ocasión pescamos un par de pacús (en realidad yo sólo sujeté la caña al principio, cuándo picó se lo dí al boliviano que nos coordinaba). Me llamó mucho la atención la caña porque era muy rústica, pongo fotito:
Menos mal que hicimos patatas para acompañar al pescado porque al final me dio mucha cosa y no pude comérmelo D:
Ah! Una peculiaridad boliviana:
No son nada quisquillosos a la hora de echar un sueñecito. He llegado a ver a un hombre durmiendo detrás de un puesto de la calle, debajo de la solana boca abajo en suelo de tierra.
Unas fotitos de la zona y de los animalitos que vi:
Los Lunes, que era nuestro día libre, aprovechábamos para ir a Trinidad. Aquí dejo un vídeo que grabé en moto para que veáis el lugar.
Para culminar mi voluntariado, realicé actividades de educación ambiental con niños tanto en feriados de la zona, como en centros educativos.
En Loreto:
En Sachojere:
Ya terminado el voluntariado, el siguiente destino fue Rurrenabaque con mis dos compañeras del voluntariado, para hacer un tour por la selva. Fuimos de Sachojere a Trinidad y desde allí cogimos una movilidad. Al ver el coche en el que nos íbamos nos dio mucha desconfianza ya que no tenía matrícula, le dijimos al conductor que como no la tenía y nos dijo que nunca llevan matrícula, que es lo normal. Al ver el interior del coche y ver que había dos mujeres con sus hijos nos tranquilizamos y decidimos subir (más tarde nos fijamos y era verdad que las movilidades no llevaba ninguna matrícula). El viaje fue alrededor de unas 8 horas SEGUIDAS, el conductor se andaba quedando dormido LITERALMENTE cuando empezó a amanecer, y le hicimos salir a echarse agua en la cara.
RURRENABAQUE
Cuando llegamos a Rurrenabaque lo primero fue buscar un hostal llamado «Los tucanes» para soltar las cosas y darnos una maravillosa ducha. Después de esto, fuimos a comer y a buscar un tour por la selva. Preguntamos en todos los sitios, vimos tours desde 700 a más de 1.200 bolivianos (desde unos 91 a más de 156 euros). Nuestro presupuesto estaba ya bastante ajustado así que cogimos el más barato, 70 bolivianos.
El tour consistió en 3 días y 2 noches en la selva amazónica. El viaje fue en barca. Como el nivel del agua estaba tan bajo, había que empujar bajándose y usando palos desde dentro. A parte de esto, los momentos en los que la barca no se encallaba eran súper relajantes, con unas vistas maravillosas y no pude evitar quedarme dormida un ratito.
Aquí podeis ver el vídeo del viaje en barca:
El sitio consistía en cabañas para dormir, cabaña cocina-comedor y cabaña con baños y duchas. No había cobertura (ya que si haces un tour así es para desconectar de absolutamente todo de tu día a día y estar en pleno contacto con la naturaleza) ni luz eléctrica, sólo un par de horitas una vez que anochecía ya que hacía muchísimo ruido y entre eso y la luz espantaría a la fauna de la zona.
Se hacían excursiones diurnas y nocturnas para intentar ver animales e insectos típicos de la zona. Vino una mujer con nosotros que era la cocinera, y de verdad que de las cosas que más echo de menos de Bolivia, es la cocina de esa señora.
A parte de las excursiones hicimos artesanía con frutos secos y semillas. Yo me hice un par de anillos y collares con una planta que se llamaba «chunta loro» o algo así. El guía, a los anillos les daba el color negro y el brillo cogiendo tierra, escupiendo y frotando..la verdad es que ¡Quedaban preciosos! Jaja
Algunas fotitis:
Cuando nos fuimos, entramos en el parque nacional Madidi que nos costó 200 bolivianos más Allí vimos muchas parabas , como por ejemplo el Ara chloropterus pero ya me quedé sin batería en la camara :C
El viaje de vuelta fue el más cansado de mi vida, fui de Rurrenabaque a Trinidad, de Trinidad a Santa Cruz, de Santa Cruz a Madrid y de Madrid a Málaga. Eso fue «morir por dios».
Que por cierto, aprendí que aunque el tiempo es escaso y renta más viajar por las noches, si es en movilidad y no es autobús, no hay que fiarse ya que el señor «taxista» al saber que no tienes otra opción te pide más dinero y si no se lo das no sale hasta que sea de día y llene el coche. En este caso es que además estábamos pilladas porque ya le habíamos pagado 180 bolivianos cada una para ir desde Rurrenabaque a Trinidad ¬¬, así que le tuvimos que pagar más y ya nos llevó.
Bueno, creo que esto es todo más o menos, espero que os guste y sirva para haceros una idea general de donde estuve.
Abracitis y besitis
Una fantástica experiencia y bonito reportaje….felicidades!
saludos desde Italia
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Muchísimas gracias por tu comentario, me alegro que te haya gustado 🙂 Saludoos!
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Excepcional reportaje. Gracias por compartirlo. Un abrazo.
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Muchisimas gracias a ti por leerlo 😊😊😊
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¡Qué valiente!
Me gustó el paseo por todos esos lugares, los 2 preciosos dibujos, etc.
Esperamos que nos sigas contando.
¡Cuídate!
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Muchísimas gracias!! Me alegro que te haya gustado. Espero poder compartir muchas experiencias más.
Un abrazo!!! 🙂
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Abrazo también para ti!
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Me ha encantado.Un resumen estupendo de un fascinante viaje.Con unos maravillosos consejos para los viajeros afortunados que visiten esas zonas y con una información meticulosa de la fauna autóctona
. Deseando de ver cómo cuentas tus vivecdotas por la llana. Miles de besis plesiosi:)
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Muchas glasiasss ^u^
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Una experiencia fantástica, y unas fotos preciosas, y pregunto.. as pensado cual será tu próximo destino? nos vas hacer esperar mucho para tu próxima entrada?? ^_^
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Muchas graciasss!!! Pues he pensado en ir esta Navidad a Córdoba, buscar los rinconcitos con más encanto y hacer una buena entrada turística sobre la ciudad 🙂
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